Los consumidores están dejando de tomar tantas bebidas con alto contenido en azúcar y calorías y optan por formas de hidratación más puras y saludables, como el agua. Pero no sirve cualquier agua. Buscan minerales e ingredientes funcionales concretos que se adapten a los diversos estilos de vida y ocasiones.
Los consumidores se centran cada vez más en las ventajas funcionales del agua reforzada, porque se retrotraen al motivo original por el que bebemos agua: la salud. Las aguas con refuerzo de vitaminas, elementos alcalinos o electrolitos atraen la atención de los consumidores y poseen mayor potencial de crecimiento futuro.
Para obtener el producto más puro posible, el agua debe envasarse en vidrio. No solo es un material reciclable, insípido y saludable, sino que, además, aporta al producto el aspecto y la sensación de gama alta.